Mueve tu cuerpo, calma tu mente: el poder del ejercicio en tu salud mental

Mueve tu cuerpo, calma tu mente: el poder del ejercicio en tu salud mental

Oye, si alguna vez has sentido que el estrés, la ansiedad o el ánimo bajo te están ganando por goleada, te cuento que el ejercicio puede ser tu mejor aliado para recuperar la tranquilidad y la alegría. No hace falta inscribirse en el gym más caro ni apuntarse a clases colectivas de inmediato: basta con moverte regularmente para activar una cascada de beneficios en tu cerebro que van mucho más allá de los músculos. Cuando corres, nadas o simplemente sales a caminar a paso ligero, tu cuerpo libera endorfinas—esas “hormonas de la felicidad” que actúan como analgésicos naturales y te dejan con una sensación de bienestar parecido al de reírte a carcajadas (Pascoe et al.). A la par, aumenta la producción de BDNF, un factor neurotrófico que facilita la conexión entre neuronas y ayuda a limpiar residuos metabólicos, lo que mejora tu memoria y tu capacidad de concentración a largo plazo (Zhang et al.). Pero el rollo no acaba ahí: si lidias con episodios de ansiedad, el ejercicio aeróbico moderado —por ejemplo, 30 minutos de trote suave o una clase de zumba— ha demostrado reducir los síntomas en un 20-30 % comparado con periodos de inactividad (Schuch et al.). Esto ocurre porque al moverte regulas el sistema nervioso simpático (el que dispara la alarma interna) y estimulas el parasimpático, el responsable de relajar el cuerpo y bajar el ritmo cardíaco (Sharma et al.). En otras palabras, le dices a tu cerebro “bájale dos” al modo pánico. Para quienes sufren depresiones leves o recurrentes, la historia también es buena: un estudio clásico de Dunn et al. encontró que ejercitarse tres veces por semana, incluso a intensidad baja, mejora el estado de ánimo de forma similar a una sesión de psicoterapia breve. Y lo mejor es que esos resultados se mantienen si conviertes el ejercicio en un hábito, pues cada entrenamiento refuerza tu autoestima y te demuestra que eres capaz de fijarte retos y cumplirlos. Si te preocupa no tener tiempo, hay una noticia alentadora: sesiones de sólo diez minutos repartidas en el día también suman. Un meta-análisis de Rebar et al. estableció que acumular 75 minutos de actividad moderada semanal —el equivalente a tres paseos de 25 minutos— ya reduce significativamente el riesgo de depresión y ansiedad. Subir escaleras, bajar del bus una parada antes o incluso bailar tu canción favorita en la cocina cuentan como “minientrenamientos” que valen oro. El ejercicio no cura todo, pero sí refuerza tu arsenal contra el estrés: mejora el sueño, mantiene estables los niveles de azúcar y cortisol en sangre, y potencia tu energía durante el día. Además, al interactuar con otros en actividades grupales —fútbol, hiking o baile— fomentas la conexión social, un factor clave para no sentirte aislado cuando la cabeza juega en tu contra. Para empezar, prueba durante dos semanas: elige una actividad que te guste, ponte una alarma como recordatorio y anota tus sensaciones después de cada sesión. Verás que, con cada entrenamiento, la mente se siente más ligera y los problemas diarios pierden un poco de volumen. Al final, mover el cuerpo se convierte en un acto de autocuidado tan natural como cepillarte los dientes. Así que ya sabes: si tu salud mental anda medio chueca, súbete a tus zapatillas, dale play a tu playlist favorita y deja que el ejercicio sea tu terapia diaria. Tu cerebro te lo agradecerá con creces.

Publicado el 5/23/2025, 1:04:02 PM